domingo, 11 de octubre de 2015

Abrimos telón. Salen dos focos de cada uno de los extremo de la sala. Se puede observar un horizonte oscuro con dos destellos cegando vistas a cualquiera que este sobre el escenario. La tensión aumenta por momentos y es la mejor sensación que te recorre todo el cuerpo, una sensación de miedo pero con un toque de adrenalina que si no lo controlas puedes hundir tu carrera artística.
EL hecho de hacer un musical hace que esos nervios aumenten ya que no es solo actuar y luego si fallas puedes perfectamente improvisar, si no que ademas de eso cantas y bailas y ahí los nervios si que te pueden hacer una mala pasada.









hace unos años, 4 para ser exactos, comencé en un grupo de teatro llamado teatro la salle  en Santander. Para poder acceder a ese club necesitabas para antes un casting y si dabas la talla te aceptaban y si no "ajo y agua" como se suele decir. Para mi sorpresa, los casting eran algo mas que improvisar y hacer un poco el tonto por el escenario si no que también pedían una prueba de voz.








Por lo visto se tomaban esto muy en serio, aunque yo aun era pequeña y no le daba importancia, lo hice lo mejor que pude y por suerte me escogieron.




La ilusión que tenía encima era impresionante y los nervios, a medida que iba llegando el día y comenzaban los ensayos generales, también.
después de muchos ensayos, faltas a clase escolar y sobre todo lo mas importante, el trabajo en equipo, conseguimos sacar adelante a pesar de algún que otro percance durante los últimos y peores días.


















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